Thursday, June 17, 2010

Thomas Noone Dance: Dos piezas, dos estilos.

La noche del jueves pasado los que asistimos a la función de danza en el marco del XXII Festival Internacional de Lima quedamos satisfechos. Thomas Noone Dance fue la compañía de danza encargada de tal efecto con la ejecución de dos piezas coreográficas disímiles en estilo pero similares en rigurosidad de ejecución. Analizaremos detalladamente estas dos coreografías.
La primera pieza de la noche fue Tort coreografía de Tomas Noone: escenario vacio, ni un solo elemento, sólo los cuerpos de dos parejas de bailarines quienes danzan a dúo formando una diagonal, ambas parejas hombre/mujer se tocan, se miran, respiran fuertemente, utilizan apoyos corporales para buscar breves elevaciones que forman líneas verticales con las extremidades ; todos estos movimientos van evolucionando a la par con la música donde los quiebres musicales son ejecutados con calidades de movimientos distintas y hasta opuestas: corridas, caminatas u otros desplazamientos con movimientos indirectos, salpicados y rápidos.
Estamos frente a una pieza de danza totalmente abstracta, los rostros de los bailarines inexpresivos por completo, la música les da la pauta de cambio, ruptura y regreso.
La ejecución e interpretación de los bailarines fue impecable a excepción de Horne Horneman, el bailarín más imponente de todos, quién daba la impresión de no tener claros los pasos de la coreografía por momentos, y esto, en las ejecuciones grupales era demasiado evidente haciendo que el espectador desvíe su atención hacia estos detalles.
Las luces, el vestuario y la música estuvieron muy acertados. Más allá de lo sorprendente de la técnica y ejecución fue una coreografía para mí estéril en cuanto a sensaciones o imágenes que el coreógrafo se propuso trasmitir.
La siguiente pieza coreográfica The Chaos Quartet de Roni Haver y Guy Weizman fue completamente distinta: coreografía llena de matices, rica en imágenes, teatral por momentos.
Se inicia con una imagen de Thomas Noone haciendo karaoke a manera de estrella pop y atrás, al fondo del escenario, casi en penumbra, una mujer subida en una especie de banca hace de fanática emocionada, lleva en las manos un cartel en el que le manifiesta su amor incondicional a su estrella; hasta aquí todo muy teatral, de pronto el cantante termina de cantar,la fanática se tranquiliza, él va a sentarse a la banca de espera al fondo del escenario y muy cotidianamente se cambia de ropa junto a la mujer quien ya cambió su actitud respecto a él, ahora ambos esperan. Surge sorpresivamente otra pareja, danzan una pieza a manera de baile de salón, los que están en la banca miran sin sorpresa, casi con indiferencia mientras se vuelven a cambiar de ropas. Esto es una constante a lo largo de la coreografía, recurso que les sirve para cambiar de roles, movimientos y la forma de relacionarse entre ellos; así, surgen solos o dúos caracterizados por movimientos pausados, rítmicos, percusivos; con caídas abruptas , desplazamientos por el piso,contact, "silencios corporales" que sirven de imágenes reiterativas, por ejemplo la imagen de las dos bailarinas sentadas en el piso en una diagonal con la espalda al público, tal imagen es acentuada por cambios de luces y variaciones musicales. A medida que se va desarrollando la coreografía las parejas se juntan, se separan de distintas maneras excepto cuando vuelven a la banca de espera donde predomina la falta de interés entre ellos.
La música del compositor alemán Henry Goebbels es inmejorable, sin duda, una buena elección, que a pesar de lo contundente de la pieza no llega a opacar el movimiento de los bailarines.
Quiero resaltar el trabajo de la gran bailarina Núria Martinez, quien no sólo con el gran manejo de su técnica si no con su calidad interpretativa llegó a conmoverme.
En general, pienso que es una coreografía más sólida que la anterior; como espectadora pasé del desconcierto que me producian ciertos personajes a la compasión por la soledad que trasmitían incluso cuando se juntaban.

Jennifer Parra.



1 comment:

  1. De acuerdo contigo sobre Horneman, a pesar de su imponente figura se veía empequeñecido por su falta de caracter interpretativo, no sólo es importante saber bailar sino creer en lo que haces.

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