Tuesday, June 29, 2010

La Sombra

El Teatro de la Alianza Francesa de Miraflores nos ofreció una temporada de La Sombra, que fue del 28 de mayo al 21 de junio, pieza dirigida por Guillermo Castrillón, en la cual participan cinco artistas,Samuel Dávalos,Sebastián Rubio,Mónica Silva,Kareen Spano y Melania Urbina.

La creación de la obra, se sustenta, en la investigación de conceptos teóricos de corte psicológico, dados por el suizo Carl Jung, tales como, el inconciente colectivo, casualidades significativas, la sombra, siendo ésta última el eje de la creación, significando así, el lado inconciente que todos poseemos y con el que vivimos, luchamos, bloqueamos, escondemos, dependiendo el grado de conciencia que uno va adquiriendo, es decir,de lo oculto y, que por lo general la persona lo rechaza, ya que, no cumple las expectativas de lo que se quisiera ser,con lo que se supone es.

Tema de búsqueda y entendimiento de uno mismo, de la persona,el dierector, Guillermo Castrillón, es consecuente en su búsqueda personal, a lo largo de su trayectria se ha ido nutriendo y encontrando un lenguaje propio,la integración de teatro, danza y perfomance está cada vez más cerca. Es importante, saber, que Guillermo proviene de la danza, por lo cual conoce el lenjuaje corporal,factor importante es su código.
De la misma manera, es isistente con la investigación de la psiquis, tema complejo, por ello, toma lo que busca y lo transforma en un lenguaje, finalmente escénico.

La Sombra como otras craciones colectivas, bajo la dirección de Guillermo, revelan una fórmula para poder llegar a lugares profundos de los que participan o en otras palabras, viajar hacía el centro de cada uno,viajar hacía el inconciente; lo cual necesariamente, rquiere de una entrega a la causa y enfrentarse de manera honesta a ese lado que no nos gusta.

Guillermo nos muestra que para llegar a profundizar y a encontrar tu centro hay que pasar por el dolor, como parte natural de tu evolución,así como la sombra es una parte de nuestro todo, y así hay que aceptarnos con lo que queremos y con lo que no nos es tan fácil de querer.

Cabe resaltar, que el trabajo en grupo estuvo muy parejo,un equipo entregado y con mucha fuerza, cada uno era especial, no hubieron protagonistas, detalle díficil de lograr, el grupo funcionaba, todos manejan voz, cuerpo y energía, con calidades particualres, en definitiva se podía ver a cada uno.

El trabajo a nivel espacial muy bien logrado ,así, cerraban imagenes, las desahacían para crear otros ambientes;adicionando el buen manejo del elemento, el cual eran cinco mesas iguales,que pasaban de ser paredes a soportes de dibujo, así como base para las proyecciones visuales.

La voz para los textos fue un elemento fundamental en la obra, hubo mucho texto a modo de testimonio personal, acerca del lado inconsiente que cada uno había o seguía encontrando.

El ritmo fue claro, los traslados y las rutas fluídas.
La iluminación, acorde con la pieza,así, el total oscuro con contrasta de cálido y frío (azul-rojo/ámbar.

El vestuario para todos fue negro, simple, con formas cotidianas que iban con la propuesta de cada uno, es decir, a las personalidades que se mostraban en escena.
El color negro era oportuno, no obstante, puedo ser un poco más trabajado, en cuanto a formas, sin perder su simpleza.

Es así, que gozamos de un espectáculo con un lengueje ariesgado, el de Guillermo Castrillón.

Propuestas y riesgos como éste valen la pena por el sólo intento de búsqueda, aunque cada creador o director encuentre su fórmula, seguirá siendo válido para crecer y generar avances, y sobretodo variedad en las ofertas artísticas.

Lo interesente de buscar integrar performance en el proceso, cuerpo y teatro le da una atmósfera especial y sincera,aunque se repita toda una temporada, el dejar espacios para tiempo real, para el momento tiene un valor importante.

Momentos prevíos al final, todos las participantes sueltan el centro y se vuelven cotidianos en su totalidad, hablando de la experiencia inmediata, sin embargo, en ese momento, auqnue real, no me convenció, luego todos se retiran excepto Mónica Silva, que recupera el centro y culmina diciendo: necesito más tiempo, cayendo de la mesa y desapareciendo en la oscuridad de la sala.Con lo cual recuperó la magia de áuel sitio.

Es importante tomar riesgos artísticos, ser honestos y entregados con lo que hacemos, más aún cuando se quire comunicar, transmitir y expresar.

Cada uno es diferente y cada uno tiene un inconciente...valentía para enfrentarlo y aceptarlo.

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